Diario 19

Tú eres mi prueba de que Dios escucha las oraciones.

Pedí a alguien exactamente como tú. Con tus cualidades, tu madurez, tus intereses, tus metas y tus caderas.

Alguien que se acoplara a mi vida y tuviera espacio para mí en la suya.

Pedí alguien que me hiciera sentir respetado, valorado, deseado.

Alguien que aceptara lo que yo tengo para ofrecer.

Alguien que me ofreciera lo que tú me das.

Alguien con tus deseos de vivir la vida.

Alguien que me volviera loco.

Tu sobrepasas cada petición.

Eres superior al más grande de mis sueños.

Eres lo que quiero, sí. Pero también eres lo que necesito.

Eres un lujo que no me merezco pero que Jehová me ha permitido tener.

Y prometo cuidarte como tal. Como un tesoro invaluable, delicado pero resistente.

Como esas cosas que dicen “Si lo cuidas te va a durar toda la vida”. Pues eso es lo que espero.

Más vale que me dures toda mi vida. Y si esa vida va a ser eterna, entonces más te vale que tú seas eterna también.

Te amo, todita.

Previous
Previous

Diario 20

Next
Next

Diario 18