Diario 8.5
Hoy me mataste y me encantó.
Yo me enfoqué tanto en que el apartamento y el tiramisu te impresionaran. Al final el que terminó abrumado de amor fui yo.
“¿Y esto?” le pregunté a mami cuando vi la plantita encima del counter.
"“Esa la trajo Fer para ti”
Me sentí como un niño. No pude hacer otra cosa que llorar. La agarré como si fuera un bebé y solo pensé “Se va llamar Fer”. Esa va a dormir en mi cuarto, en la mesita de noche.
Con los ojos llorosos noté los sticky notes. Déjame decirte que se van a quedar justo donde tú los pusiste. Los leí uno a uno, a los 20 minutos pasé y los leí todos otra vez y empecé a buscar en qué otros recovecos me pudiste haber dejado otro mensaje. Camino por mi apartamento como si estuviera en un museo, mirando cada notita, absorbiéndola. Las amo todas, me hablan al alma. Me gustó mucho la del cuarto y apoyo totalmente tus planes de volverme loco toda la eternidad. Ya lo estás haciendo, mi amor.
La libreta está chulísima. ¿En serio me vas a hacer escribir más? Te crees que tengo todo el tiempo del mundo para sentarme a escribirte y tienes razón. Saco el tiempo de donde sea para expresarte pedacitos de mi corazón y es lo único que quiero hacer. De hecho, hoy en el trabajo apenas hice algo. Me pasé el día en la computadora redactando la entrada 8 y no me importa. Ahora te digo más. Te mereces todo el tiempo del mundo.
Pero es que de todo, todo lo que me dejaste aquí lo más que me gustó, lo más valor que tiene, lo más delicado que agarré y contemplé fue EL PELO. ¡El primer pelo tuyo que me encuentro! YESSSS. Ojalá el primero de miles. Lo guardé en un pañuelo para que no se me pierda. Larguísimo también (espero que sea de la cabeza). Mi Rapunsel mejicana me tiene loco, loco.
Estoy ansioso de comenzar a leer tu libro y sentirme más cerquita de ti.
Gracias por las fotos que pusiste en mi mesita. Guardé una en mi wallet y esa va a vivir ahí hasta el día que la ponga en una wallet nueva porque la anterior se está rompiendo. Y si un día no me hace falta tener una wallet, la llevaré en el bolsillo de mi chaqueta. Y cuando no me quede ninguna chaqueta entonces la llevaré en el bolsillo de mis pantalones. Y cuando sea viejito y me cague encima cada vez que estornudo entonces te pediré que me la guardes entre la barriga y el pañal de adulto. Y si un día nos separa lo único que nos puede separar, la muerte, prométeme que me la vas a poner debajo de las manos. Así, cuando resucite en el nuevo mundo, serás lo primero que vea y sabré que estoy en el paraíso sin tener que mirar a mi alrededor. Y buscaré tu carita perfecta entre miles de caritas perfectas y la compararé con la foto y te diré “No has cambiado nada, tu carita era perfecta ya”.
Hoy es el día que más amor he sentido de tu parte. Te he sentido aquí, entre mis brazos. En cada pared de nuestra cocina, nuestra sala, nuestro baño, nuestro cuarto.
Se que has estado mega ocupada hoy. He extrañado tus fotitos en instagram.
Pero no he extrañado tu amor. Gracias, gracias, gracias por repetirme de tantas maneras lo que ya se, que eres el amor de mi vida y, si no llega el nuevo mundo antes, serás el amor de mi muerte. Y serás el amor de mi eternidad cuando vuelva, por segunda vez en mi vida, a correr hacia ti.
Te amo, todita.